La plaza más bonita

La plaza mayor de Salamanca

Uno de los monumentos más bellos de la ciudad, la plaza mayor, acoge el centro de la vida social salmantina. Es el epicentro de la urbe y tiene siglos de antigüedad.
Se trata de un entorno creado para lo que es. Data del siglo XVIII, cuando reinaba Felipe V, el mismo rey que otorgara el permiso para su construcción, en agradecimiento a su fidelidad a la causa borbónica durante la Guerra de Sucesión.
La bella plaza mayor de Salamanca es escenario de acontecimientos más importantes, pero también de reuniones poco transcendentes y de paseos constantes.
Es bonito contemplar como los estudiante pasan su tiempo charlando relajados sentados cómodamente en el duro suelo de este ágora, cuya construcción se inició en el 10 de mayo de 1729


 
 

Bares en Iscar Peira

Locales de Salamanca

Hay locales muy ingeniosos en la ciudad de Salamanca, pero tres destacan por su fachada en la calle Iscar Peyra. La Abadía tiene dos esculturas de frailes a tamaño natural y unas vidrieras; Morgana un dragón de metal y La perla negra sendas sirenas doradas a la entrada.

     Se trata de tres bares que destacan por su imagen exterior, aquí no detallo más, pero muchísimos otros sorprenden en esta ciudad por su encanto interior, no hay mejor manera de descubrirlos que adentrase en su interior.





Fechas pegadas a la Navidad

Un paseo opinado en Salamanca

 
Salir a la calle es precioso y más en fechas tan concurridas como las pegadas a la Navidad, porque caminando uno se da cuenta de tantas cosas.

Ayer andaba yo por la avenida Mirat cuando, de entre la gente, distinguí al alcalde de Salamanca que caminaba temeroso, aunque bien acompañado, como lo hacen todos los cargos públicos de gran responsabilidad y, por ello, de gran sueldo y, pensaba yo, que si no sería más fácil reducir el sueldo a todos estos cargos para que su puesto no sea tan ambicionado por personas que puedan atentar contra ellos, de esta manera no necesitarían tanta seguridad a sus espaldas. De hecho, hasta a ellos les sentaría bien porque, creo que, el ser político es una vocación que tiene como fin buscar el bien de la sociedad en el camino de la concordia. Pero bien, con estás mentalidades egoístas, ni lo uno es posible, ni lo otro evitable, por lo que dejemos que nuestros representantes institucionales continúen manteniendo o aumentando sus enormes sueldos mientras aprueban incesantes subidas de impuestos.

Prosiguiendo por mi paseo en la urbe charra, me introduje en la calle Zamora, llevado por el ansia de adquirir bonitas prendas de vestir, en fin, ganas de comprar que te entran en estas fechas y eso que no estoy yo para tirar cohetes. El caso es que, observando los puestos colocados en la carpa de la plaza de los Bandos pude cerciorarme del gran número de cosas que había de bisutería, o lo que es lo mismo, pendientes y collares, mientras que de prendas de abrigo había pocos expositores y, en ese preciso momento, sólo pude ver gente adquiriendo productos de carácter ornamental, mientras que no prestaban atención a los utilitarios, como chaquetas, bufandas o ropas necesarias para protegerse del frio, a lo que voy, es que si estamos es crisis, no lo parece. En fin, que yo tampoco soy espejo en el que mirarse, pero que cada jueves se llena la Gran Vía de estudiantes que entran y salen en los bares, van bien vestidos o con disfraces comprados y consumir mucho o poco pero gastan.

Bueno que me desvió y me dejo en el camino mi transitar por la calle Toro, cuando me cercioro de la cruda realidad. Personas, muchas, que caminan en un sentido y otro cargadas de bolsas de productos adquiridos, alegría consumista en una nube que hasta ese momento me envolvía y de la que salí al pensar que no me hacía falta todo aquello que pretendía comprar, que en casa tengo muchas cosas bonitas para abrigarme y que cuando realmente necesite algo volveré a la tienda de siempre para adquirir un producto de calidad, no algo que ni necesito y encima malo, importado de países donde a la gente se la paga poco o nada por su trabajo y la corrupción hace elevar el nivel de vida de los mar ricos y rebajar el de los más pobres, tal y como está sucediendo en España actualmente.

En fin, que llego, abro un El Adelanto y me encuentro con una noticia de una recogida de alimentos en el centro Comercial El Tormes, promovida por la sociedad San Vicente de Paúl, "Mientras unos tienen la posibilidad de mostrar su solidaridad, otros contarán con algo que llevarse a la boca en estas fechas" y digo yo que si no será más acertado qué veamos las cosas como son: Mientras unos llenamos nuestro ego dando lo que nos sobra -que lo hubiéramos tirado igual-, otros pueden saciar un poco su hambre, pero esto no nos pone a todos en la misma balanza.

Concluiré con el fin del mundo, que las noticias han dado en señalar como hoy, 21-12-2012. Todos sabemos que es mentira, pero "por si acaso se acabe el mundo", como decía la Carrá, "todo el tiempo he de aprovechar" y, así es como vivimos muchos, saciándonos del momento, eludiendo responsabilidades sociales, evadiéndonos de los problemas que nos rodean, aislándonos de las personas que comparten nuestras mismas inquietudes, olvidándonos de las acciones de esas personas que han dado todo por los demás. Para mí, eso es la crisis.

Espero que ese fin sea de las acciones que ennegrecen el mundo, con los intereses económicos y que ese "ande yo caliente ríase la gente" se convierta en "amarnos unos a otros” para poder buscar nuestra prosperidad ayudando a la del resto.

Tierra de saber

Ciudad culta


 
No hace falta mucha intuición para percibir el intenso aroma que distingue a Salamanca, pasear por sus calles, detenerse en una cafetería o visitar cualquier establecimiento comercial es cruzarse con estudiantes,.. generalmente adolescentes españoles pero también de abundantes edades y nacionalidades. Además se pueden ver grupos grandes de personas que caminan en grupo, tal rebaño atento a su guía que tantas curiosidades va a regalar a sus oídos para dibujar con la imaginación todas esas historias que han enriquecido y han dado vida durante mucho tiempo a las duras piedras de granito y oro que mantienen inquebrantable la belleza arquitectónica de esta urbe.

     Como apunte histórico curioso cave destacar que el rey Alfonso IX de León fundó el Estudio General salmantino en el siglo XIII y en 1245, su nieto, Alfonso X el Sabio lo transformó en Universidad, una de las primeras del mundo, dicen.

Témpanos de hielo


Frio en Salamanca


La capital del Tormes no sería igual  de no ser por la dureza de sus días invernales y sus últimos días de otoño donde ya hay noches heladoras y días de niebla.
El frio invierno de Salamanca arropa a sus gentes con fuertes prendas de vestir que les ayudan a no abandonar sus transitadas calle y rúas, ni en los días mas desagradables.  Si por algo se caracteriza esta ciudad es por el espíritu que se respira gracias a las fuerzas vitales de los ciudadanos que la habitan y sus espacios por los que transitan.
 

Ciudad de Fe

Fe de Salamanca

Desde que en la Edad Media se produjera la expulsión de los judíos y musulmanes, la ciudad de las tres colinas y tres religiones paso a ser únicamente católica. Desde entonces Jesucristo guía a las almas salmantinas. Una huella marcada profundamente en el corazón de una cultura en la que se baña ésta bella ciudad.

Quedan huellas como las de San Juan de Ávila que estudió en la prestigiosa Universidad de Salamanca y es doctor de la Iglesia desde el día 7 de octubre de 2012.

Días de hielo

Frio de Salamanca


El clima de esta ciudad se caracteriza por su dureza. Las frías noches de hielo hacen humear las chimeneas salmantinas, creando una atmosfera cargada de ese olor peculiar. A ese ambiente cargado de frio cortante y humo de las calefacciones se añade en otoño el aroma de la castaña asada, cuyos puestos se hallan distribuidos por los puntos más estratégicos de esta urbe.
 


Combinar bien los días


Fórmula del calendario


La ciudad de Salamanca ha dado vida a enormes logros académicos como viene a ser el establecimiento del actual calendario gregoriano.
     En el siglo 16 la Universidad de Salamanca podía presumir de prestigiosos especialistas en las ciencias de la tierra y del cielo; cosmógrafos y astrónomos. El 24 de febrero de 1582 el papa Gregorio XIII expidió la BulaIntergravissimas por la que se establecía la modificación la modificación del calendario juliano, que a partir de entonces se denominó “calendario gregoriano” y a ello se debe la importancia de la Universidad de Salamanca, que según un estudio de Carabias Torres  “en el seno de esta entidad académica se obtuvo, en 1515, una fórmula que permitía enlazar en un computo convergente el distinto ritmo del Sol y de la Luna.

Bares de Salamanca

El bar complementa la vida social salamantina

 

El bar es el lugar mas frecuentado en la capital charra. Salamanca se precia por contar con unos establecimientos hosteleros dignos de visitar uno a uno. El encanto de esta ciudad no sólo reside en sus monumentos, en sus universidades o en su cultura, o mejor dicho, todo ello se complementa con esos lugares de reunión donde los salmantinos aprovechan para fraguar la vida social.
     Hay bares con nombres muy curiosos, otros son lugares emblemáticos o pintorescos. Pero no hay ninguno que se precie de ser el mejor, porque cada cual tiene su característica detonante.
      El café, la copa, el menú,.. la fiesta o el chupito son los más conocidos acompañantes de la vida social salmantina.

Brujas en Salamanca

La víspera de Los Santos se celebra la importada noche de Halloween y la ciudad de Salamanca se viste de fiesta de disfraces.
Una ciudad repleta de iglesias, monasterios y lugares religiosos esconde mágicos lugares como la famosa Cueva de Salamanca, donde, según dicen, que impartía sus doctrinas el mismísimo diablo.  Tantas otras historias adornan el imaginario de una ciudad cargada de arte.  No hace falta rebuscar mucho, ni apartarse de los lugares más sagrados para ver en sus muros, la representación de seres totalmente terroríficos que solo pueden haber nacido de las mentes más imaginativas.

Soportales y arcos


paseos en Salamanca

Majestuosos arcos y elegantes soportales decoran la urbe salmantina, aportando una variante más a su riqueza arquitectónica. Los más famosos quizá sean los de la plaza mayor, también los de la Gran Vía. Todos ellos favorecen el paseo al resguardo del sol en los días calurosos o al cobijo de la lluvia en los días lluviosos.
     Debajo de cada uno de ellos hay lugares curiosos, locales famosos e historias recordadas.

Con lluvia también es bella


Salamanca mojada

El encanto de esta ciudad no se desluce con la lluvia, ya que el agua lava la piedra y la hace cambiar de color. Se trata de otra perspectiva de un mismo lugar. Aunque eso sí, el tráfico rodado se hace más intenso, no sucede así con el peatonal que se reduce.  Mientras llueve se puede aprovechar para disfrutar de otros encantos del lugar, los edificios y exposiciones y las delicias gastronómicas. Es tan amplia y diversa la oferta culinaria, que no bastaría un puente para dar idea de su amplitud.
Paraguas en mano o chubasquero, se pueden aprovechar esos días en que la lluvia nos quiere retener bajo el abrigo del hogar para encontrar abrigo al contemplar otra serie de atractivos del lugar que no apetecen visitar en los días más benévolos.



La ciudad de piedra dorada


 
 
Salamanca luce por la piedra de sus edificios. Esa piedra dorada que tanto llama la atención con la iluminación nocturna. Esta bella ciudad se ve mejorada con la imagen de jóvenes que transitan por sus calles incesantemente e invaden los espacios públicos de una manera desenfadada pero educada. La gran plaza mayor suele tener siempre grupillos de personas sentadas en el suelo dialogando, debatiendo, haciendo que esa cultura tan rica de esta ciudad permanezca viva y en constante ebullición. Aparece en una frase de un conocido personaje, pero es bien cierto que todo el que goza de la paz y afabilidad de esta ciudad tiende a querer volver para saborearla de nuevo.

Cosas de Salamanca

 
Es un blog que habla de la ciudad española de Salamanca.
Esta preciosa ciudad es rica en cultura, historia y otras manifestaciones que como la dura piedra, permanecen impasibles al paso del tiempo.
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