La víspera de Los Santos se celebra la importada noche de Halloween y la ciudad de Salamanca se viste de fiesta de disfraces.
Una
ciudad repleta de iglesias, monasterios y lugares religiosos esconde
mágicos lugares como la famosa Cueva de Salamanca, donde, según dicen,
que impartía sus doctrinas el mismísimo diablo. Tantas otras historias
adornan el imaginario de una ciudad cargada de arte. No hace falta
rebuscar mucho, ni apartarse de los lugares más sagrados para ver en sus
muros, la representación de seres totalmente terroríficos que solo
pueden haber nacido de las mentes más imaginativas.
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