Procesión con la Virgen de la Esperanza en las fiestas de Gomecello

La iglesia de Gomecello se llenó de fieles que honraron a su patrona la Virgen de la Esperanza, en una misa celebrada por el sacerdote Hilario Almeida. Tamborileros a la vieja usanza embellecieron el desfile con su música charra.



Tasi es homenajeado en el I Certamen Nacional de Dulzainas de Macotera

Por su papel como principal animador e impulsor en la revitalización de la afición a la dulzaina en Macotera, Tasi fue homenajeado en el I Certamen Nacional de Dulzaina llevado a cabo en Macotera. Víctor Manuel Blázquez, principal impulsor del certamen y a su vez creador, profesor e impulsor de la escuela de dulzaina y percusión de la localidad quiso hacer este reconocimiento en público y agradecer el papel de su amigo como una de las personas clave en la recuperación del instrumento tradicional castellano por excelencia y a su vez de Macotera y la franja salmantina más cercana a la provincia de Ávila.

Este signo se pudo ver la noche del sábado en Macotera durante I Certamen Nacional de Dulzainas organizado por la Escuela de Dulzaina de Macotera, el grupo Adobe de dulzaineros de la localidad y el Ayuntamiento. Participaron en el mismo, los alumnos de la Escuela de Dulzaina y Percusión tradicional de Macotera, Adobe, Dulzaineros de Ablitas (Navarra) y la Escuela de Dulzaina de plaza de Castilla de Madrid.





La espera que acrecienta la emoción

La lluvia hizo acto de presencia durante la espera al Jesús despojado de las vestiduras, este fenómeno meteorológico produjo una explosión de sentimientos en las gentes que anhelaban su salida y en los participantes en el desfile que habría de producirse por las bellas calles de la ciudad. Seguramente el agua del cielo se mezcló con lágrimas, durante una hora en que parecía que el fenómeno meteorológico no iba a cesar, pero quiso el cielo hacer un hueco para permitir que el Jesús despojado de sus vestiduras fuera observado por las calles de Salamanca. Esa primera espera, eterna en sentimientos, pensamientos, deseos y ofrecimientos, que quiso Dios que así fuera para dar la importancia que merece este acontecimiento. La espera que acrecienta la emoción también se produjo en la puerta de la iglesia de la Purísima, por la que haría su salida triunfal el hijo de Dios con rostro de sufrimiento, al que el pueblo quiso crucificarle, pidiéndoselo con insistencia a ese Pilato que no veía culpa alguna en Jesús. La bella imagen de Jesús con su corona de espinas aparecía causando impacto en los allí presentes, que rompían en un aplauso de intensa emoción, lo mismo pasaba al paso del mismo por las calles de la ciudad, en que muchas personas esperaban en un sitio estratégico para ver a su Jesús despojado y cuando lo podían observar en persona se llenaban de gozo; “ya lo he visto, me voy satisfecha”, decía una mujer que tuvo que esforzarse, pues era más baja que quienes la rodeaban, pero en cuyo rostro se podían leer tantos sentimientos y una expresión de alegría nueva y desbordante que no se puede describir con palabras.